En 1908, la SMMP adquirió un latifundio de 14.000 Ha con la compra de las Minas de plomo del Horcajo, en Ciudad Real. Aunque su reventa era la opción más aconsejable, sus ingenieros decidieron aprovechar la finca para el cultivo de especies arbóreas interesantes para la minería (entibación) así como de plantas para la obtención de papel y otros tejidos.
Una vez que estuvo asegurada la fuente de materia prima, se construyó la fábrica de papel, en 1912.
El transporte de los materiales se realizaba por medio de un ferrocarril privado que la Compañía tendió entre 1905 y 1908 para unir la finca y otras explotaciones mineras con Peñarroya-Pueblonuevo.
Ya en la fábrica, se iniciaba el complejo proceso de fabricación del papel: obtención de la pulpa, la creación de fibra, el prensado y el secado. Todos los elementos químicos necesarios para la producción del papel eran fabricados en el complejo industrial de la empresa Peñarroya con la excepción de la cola o el engrudo, que era de origen escandinavo.
El producto final era el papel kraft o papel de madera para sacos y embalajes.
La fábrica de papel de la SMMP junto a la fábrica de textilosa, frente a la primera, fueron las únicas del complejo industrial de Peñarroya-Pueblonuevo donde trabajaron mujeres.
Como curiosidad, citamos, que durante la Guerra Civil, y hasta la caída de Peñarroya-Pueblonuevo, el 13 de Octubre de 1936, esta fábrica suministró papel de forma excepcional para la edición de los periódicos que se editaban en la capital de España.
La fábrica cerró sus puertas en 1968.